Si no sucede nada extraordinario, el partido Futuro Jalisco obtendrá su registro ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana y, con ello, la posibilidad de jugar en el próximo proceso electoral. El paso de Wikipolítica para dejar la sociedad civil organizada ya se dio y ahora la duda es si lograrán mantenerse bajo los mismos principios con los que han caminado.
La decisión de convertirse en partido político es una consecuencia de los resultados que obtuvieron con las candidaturas independientes en el pasado proceso electoral de 2018. Aunque las candidaturas independientes están previstas en la legislación y hay quienes han logrado puestos de elección popular por esta vía, como el mismo Pedro Kumamoto en la diputación local, todavía las condiciones de competencia no son parejas con relación a los partidos políticos.
Los wikis evaluaron el costo que tendría anunciar su búsqueda del registro como partido y consideraron que llegarían los cuestionamientos, pero era la única vía para competir realmente. Hasta ahora queda en eso, una división de opiniones entre quienes simpatizan con ellos y los ataques de quienes ven incongruencia en esa decisión o quienes creen que pueden ser un rival electoral difícil.
Pero en el fondo, lo que tienen por resolver es más complejo. La historia de los partidos políticos en México siempre ha sido la misma: son un conjunto de personas diverso, con intereses diferentes que, una vez que tienen acceso a los recursos públicos y al poder, se convierten en una carga para la sociedad. No hay una excepción.
De hecho, en el camino para buscar afiliaciones y celebración de asambleas ya tuvieron que enfrentarse al Jalisco real, al que es controlado por la delincuencia organizada, al de los caciques políticos y al de la guerra que les harán los otros partidos. Además, deberán vigilar quiénes se incorporan a su proyecto.
El reto para Futuro Jalisco no es ser un partido político. Más bien, tendrán que demostrar que pueden ser un partido político diferente.