
El tema de la “Casa Gris” como llaman varios de los empleados de esos monopolios de comunicación a la casa de Houston rentada por Carolyn Adams, la esposa de José Ramón López -hijo de “El Peje”-, es ahora el nuevo leño verde en llamas con que buscan comparar la actual administración federal con las anteriores, dominadas sin la mínima duda por un grupo de oligarcas sin pudor y sin hartazgo, patrones de los títeres que ponían como presidente para administrar sus saqueos.
Desde su aparición leí con detenimiento la nota que algunos -por fortuna muy pocos verdaderos periodistas, la mayoría opinólogos pagados o “investigadores” de cubículo- han llegado a calificar de reportaje, en el colmo del desconocimiento de cómo debe cocinarse un trabajo que cumpla el rigor que exige publicar información profesional con valor y de interés para la ciudadanía.
No voy a pontificar ni dar clases de periodismo aquí, pero por favor que alguien me desmienta cuando digo que la premisa fundamental de una pieza periodística es buscar siempre la inalcanzable meta de la objetividad, que no por utópica debe dejarse de lado porque entonces lo que prevalece son simplemente los intereses sectarios y económicos, el chayote pues.
La casa gris con su alberca y su cine privado demuestra, cuando mucho, que José Ramón vive A toda máquina -Alfaro dixit-, contrario a la política dizque franciscana de “El Peje” quien dijo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja (¿o fue Yisus?)… Pero la nota que MCCI realizó y replicaron prestos otros medios asociados y pertenecientes algunos a personajes funestos y amafiados, sólo demuestra eso.
Mal “El Peje”, mal, así no. Si tu pregonas austeridad, cómo es posible que tu hijo mayor haya vivido en una casa de Keith Schilling, ex empleado de Baker Hughes, una de las empresas contratistas de Pemex con contratos millonarios. Incluso, cómo es posible que José Ramón maneje automóviles de lujo en Texas y ya se haya comprado, aunque la compraventa la hizo Carolyn, otra casa lujosa en la misma ciudad.
Que el lunes 21 de febrero la propia empresa Baker Hughes saliera a descartar algún conflicto de interés o ilegalidad por esa renta, que Carolyn hubiera exhibido los documentos que muestran que hubo transferencias bancarias para pagar depósito y renta (los contratos de arrendamiento como bien dicen los “investigadores” de cubículo se pueden descargar en internet), es lo de menos. El morete (¿Madrazo Pintado?) ya estaba marcado y se puede notar por todo Estados Unidos y LatinUSamérica.
Pero más allá de los argumentos o pataletas que se den, lo peor que puede salir del tema son dos cosas: la defensa de “El Peje” hacia su hijo violando como lo hace Zuckerberg, Google o cualquier área de inteligencia de la policía rural, la privacidad de los datos personales, en este caso del millonario montador de “reportajes” Carlos Loret. Y por supuesto, la evidencia contundente de cómo el grupo oligárquico tanto gringo como mexicano está dispuesto a acentuar los montajes informativos para darle en la madre a “El Peje”.
Claro que no estoy de acuerdo con Loret, no me parece periodista porque desde el momento en que se prestó para realizar montajes perdió el bono natural del periodismo, pero “El Peje” no debió exhibirlo así. Debió dejar que agarre como siempre sus millones de pesos y se los meta por donde mejor le parezca. El presidente se ensució sin necesidad.
Pero volviendo a lo de los leños verdes de Jalisco, da risa decía yo el ver cómo el odio hacia “El Peje” hace que muchos -algunos por su respetable convicción pero otros amancebados por intereses nada periodísticos- utilicen la gran mayoría de medios locales para encender sus antorchas y formar parte del maremagnum orquestado para tratar de afectar a la llamada 4T, sin analizar que esa avalancha inédita y cotidiana es una muestra real de los nefastos intereses que está afectando la administración obradorista.
PARTIDIARIO
Brigada.- Qué vergüenza (huy sí, mucha han de tener) para la Fiscalía de Jalisco que vengan mujeres tan valientes como decididas desde otros rincones del país en una brigada de búsqueda y, en un día como el lunes 20 de febrero (el primero de cinco días aquí), encuentren los restos de dos personas desaparecidas y los indicios de otra más. Es ya escandaloso el mal rendimiento y nefasta atención hacia las familias de las víctimas de desaparición, pero más escandaloso que no se realice una verdadera sacudida y dote de mayor presupuesto a quienes tienen la obligación de terminar con el problema de inseguridad pública número uno de Jalisco…
Y ya con esta.- A quien se le está empezando a hacer grumos el engrudo es al alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, ante el embate de la bancada de regidores de Morena, quienes semana a semana acumulan nuevos señalamientos y denuncias que pronto podrían hacer crisis y que ya están mostrando que los peldaños que conducen a Casa Jalisco no serán tan cómodos como esperaba. Pero no nos asustemos, para eso es la democracia, para que salgan a verse en el tendedero los trapitos sucios y, bajo el sol, se descubra si están así por el uso que se les ha dado o porque en realidad vienen de salir del pantano de la corrupción…