A 100 días de haber asumido la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum mantiene un nivel de aprobación elevado, con un 76% de apoyo ciudadano, de acuerdo con la más reciente encuesta de Enkoll para El País y W Radio. Sin embargo, los datos también revelan que los problemas más apremiantes para la población —como la inseguridad y la corrupción— siguen siendo una preocupación latente.

El respaldo a la presidenta es sólido en todos los grupos de edad y género, con una mayor aprobación entre las mujeres (79%) y los adultos mayores de 65 años (81%). Por afinidad partidista, la base de Morena la respalda de manera casi absoluta (98%), mientras que los votantes del PAN y el PRI muestran mayor escepticismo, con una aprobación de 31% y 51%, respectivamente.

Seguridad y economía, los temas clave

El estudio de opinión también expone las prioridades ciudadanas. La inseguridad (37%) y el narcotráfico (8%) encabezan la lista de preocupaciones, con un total de 45% de los encuestados identificándolos como el principal problema del país. Dentro de este rubro, el robo y los asaltos en la calle (15%) son la mayor inquietud, seguidos de la violencia (19%) y el narcotráfico (14%).

En materia económica, el crecimiento y la falta de empleo preocupan al 27% de la población. La corrupción, aunque en menor porcentaje (14%), sigue siendo un tema sensible.

¿Qué significa esto para Sheinbaum?

Los primeros 100 días de un gobierno suelen marcar la tendencia de su administración, y en este caso, Sheinbaum llega con una luna de miel relativamente fuerte con la ciudadanía. No obstante, el reto estará en transformar esta confianza en resultados concretos, especialmente en los temas de seguridad y crecimiento económico.

Los altos niveles de aprobación le dan margen de maniobra, pero la presión por dar respuestas efectivas será creciente. Si bien la presidenta ha mantenido un perfil técnico y con continuidad a la estrategia de la 4T, los ciudadanos esperan soluciones a los problemas que más afectan su día a día.

En los próximos meses, será clave observar si estas cifras de popularidad se traducen en estabilidad y avances tangibles, o si, por el contrario, se ven erosionadas por la realidad de la gestión gubernamental.