Queridos y bien ponderados Claudia Delgadillo y Chema Martínez: les escribo para expresarles algunas inquietudes, siempre respetando su valentía y su audacia para permanecer como actores de primera línea en el escenario de la política local de Jalisco…
Hoy que los veo así de decididos, de aguerridos, de firmes al exigir que se transparenten los resultados del pasado proceso electoral, quisiera preguntarles, ¿realmente quieren encabezar en Jalisco el cambio de régimen político que se instaura ya a nivel nacional?
Porque no sólo se trata del terrible y angustiante cotidiano que vivimos todos los días con las desapariciones; ni tampoco sólo se trata de los baches de Guadalajara o los socavones de López Mateos; incluso, no se trata sólo del derecho a defender una propiedad, de poder usar ropa pipirisnice o de merecer una buena pensión si se cumplieron los requisitos legales para ello. No… creo que no se trata sólo de eso.
Se trata de querer encabezar en Jalisco la instauración de un nuevo régimen político, un nuevo régimen con sus propias reglas, con sus propios alcances y limitaciones, celoso de cualquier otro tipo de manifestación social: no se trata de humanismo, eso más bien fue en México un asunto de panistas fifí. Se trata de tirar lo que hay para iniciar un nuevo comienzo, valga la redundancia: así como el Presidente López Obrador tumbó el avanzado Aeropuerto de la Ciudad de México para hacer uno nuevo. Lo importante era echarlo abajo e iniciar uno nuevo, fuera mejor o peor… así, sin medias tintas.
¿A qué le apuesta este nuevo régimen cuya instauración ustedes quieren encabezar en Jalisco? Hay que empezar por decir que Jalisco ya va 6 años atrasado en esta nueva ruta, atraso que los podría atropellar, porque una vez abierta la puerta -que aquí sigue todavía medio cerrada- ya no habrá marcha atrás…
Visto desde la perspectiva de este nuevo régimen, el momento histórico que vivimos en Jalisco es lo que el filósofo y teórico marxista Antonio Gramsci llamaba “Interregno”, algo así como que “ni lo viejo termina por irse ni lo nuevo termina por llegar”. ¿Ustedes representan lo nuevo que está por llegar? ¿Quieren asumir esa estafeta?
Lo nuevo por llegar es un estado que privilegia las libertades totales, que antepone el nacionalismo a ultranza contra cualquier asomo neoliberal, que pone al frente un muro de contención contra todo lo que vaya contra los derechos humanos: es decir, sí o sí el derecho al aborto, no por el aborto en sí mismo, sino por la libertad individual a que cada quien decida sobre su cuerpo; sí o sí amplio apoyo a la agenda LGBT, incluidos matrimonios entre personas del mismo sexo, adopción de menores y todo lo que suponen pues las libertades. Porque las libertades son o no son: sí o sí a la legalización de la marihuana con fines recreativos, etc, etc…
Comento esto porque la clase política de Jalisco siempre ha privilegiado el voto por encima de las libertades: todos corren a esconder la cabeza en cuanto sale un tema así de incómodo en la agenda local.
¿Ustedes van a encabezar este cambio de paradigma en un Estado renuente a hacerlo?
¿Ustedes van a hacer acopio de las reservas morales que tiene este estado para dar esa lucha? ¿Van a fabricar esos ejércitos morales para defender la ruta de la 4T? De hecho, ustedes ni son importantes para los fines de este nuevo régimen, que más bien tiene puestos sus ojos y sus esperanzas en los jóvenes que están ya adoctrinando…
¿Ustedes apostarán también por un Congreso constituyente como le apuesta el senador electo Gerardo Fernández Noroña? Porque no hay que olvidar que las cabezas de este movimiento -que no partido- son amigos cercanos del Subcomandate Marcos (José Narro) o encabezaron durante muchos años las luchas y los movimientos sociales de la verdadera izquierda como la hoy Presidenta de México, Claudia Sheinbaum. ¿Apoyarán sin restricciones a los ninis porque así lo exige el estado bienestar total al que se aspira? ¿Apostarán por la censura en pos de la protección de los grupos que ustedes consideren vulnerables?
Si es así, están en la ruta correcta. Instrúyanse, entusiásmense y organícense para dar esa batalla. Hay que reconocer que se quieren ganar su lugar en la historia de este estado…
Porque si no lo hacen como dictan los fundamentos morales que dan vida a este movimiento tan importante, ustedes le estarán fallando no a Jalisco, sino a la Cuarta Transformación de México…
Les externo estas inquietudes con todo respeto, pero en honor a la verdad. Saludos afectuosos…
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