Otra vez la Feria del Libro de Guadalajara se convirtió en un crisol del pleito de liberales contra conservadores recargado, edición 2021, una animadversión que todos conocemos porque además de la guerra de a deveras en las cúpulas del poder del país, llena las mesas y las salas en los hogares, provoca discusiones estériles, distanciamiento entre cercanos, a veces hasta gritos.
Pero esta confrontación en la FIL recibe el don de la articulación oral y escrita, se le saca lustre a la ironía y maledicencia para que truenen los disparos suavecito, que sean más dardos venenosos que balas, así a final de cuentas a todos queda claro -con la amargura de sus bien hilvanadas frases- el emputamiento que aún padecen y que en ósmosis clasista ha contagiado a diversos sectores, bajo patrañas como las de que vamos hacia el comunismo abortista y estatizador setentero, echeverrista, populoso lleno de nacos en el poder oh dios mío, oh.
Tal como ocurrió en las ediciones de 2019 y 2020 de la FIL, hoy en 2021 apenas dos transcurridos de los nueve que dura la feria, abundan los discursos que comprueban la ley empírica del giro de 360 grados, en el cual la rueda de la historia termina la vuelta completa para devolvernos avanzando -oh paradoja, oh- hacia el siglo 19: Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Benito Juárez, Antonio López de Santa Ana, Lucas Alamán, Juan Nepomuceno Almonte…
Algunas presencias y frases escuchadas estos dos días semejan disparos, tiros que además pueden quedar en la impunidad al existir pocas voces que desde la intelectualidad verdadera (la que nace de la independencia, pues) oponga resistencia.
“La feria es producto de la autonomía universitaria, que es sinónimo de independencia ante el poder público y de libertad de pensamiento. Quienes pretenden socavarla se alían con el oscurantismo y el despotismo. Van en contra de la ley y de la sociedad misma”.
AL QUE YA SUPERÓ FUE A PORFIRIO DÍAZ, QUIEN CON TODO Y SUCESIVAS REELECCIONES DURÓ 29 AÑOS COMO PRESIDENTE DE MÉXICO.
Y contra el despotismo y el oscurantismo, en los salones de la FIL, en el uno, en el dos, en el Juan Rulfo, en la segunda planta, retumban los oradores, sin réplica, con manteles largos y alfombra roja, guapas edecanes les auxilian con la altura del micrófono, con la botellita de agua:
PARTIDIARIO
Remembranzas literarias.– Cuando en 2020 RPL y EAR eran ¿aún? compas por lo menos presupuestales y de partidos políticos, durante la inauguración de la FIL el gober al parecer quiso bajar de tono a los ataques contra AMLO que se dieron, como hoy, en varios de los discursos, y dijo: «Leyendo a (Jaime) Sabines encontré una herramienta poderosa para suplir mi limitada capacidad en el arte de conquistar mujeres». No es fake news, es neta, eso dijo. Pero hoy como entonces yo creo seriamente que, a la mera, EAR quiso decir que “Viendo la película Hitch: especialista en seducción…”
Y ya con esta.- Antes de terminar de teclear esta non sancta columna que redacto siempre pensando en mis cinco lectores, me enteré cómo Lorenzo Córdova Vianello, el millonario presidente del INE chiqueadote de RPL durante esta FIL, echó por los suelos la consulta popular sobre el pacto fiscal por la cual EAR, nuestro endeudador estatal, ha pagado 29 millones no de su bolsillo, esculque el suyo por favor. Córdova no la bajó de consulta patito, organizada por un organismo vinculado al mismo gobierno y no por el IEPC, organismo electoral que a su vez sólo funge como tapador del ojo al macho porque “no es el responsable del ejercicio”, además no existen reglas claras, no se prohíbe ni el acarreo ni la propaganda electoral. Bueno, dejó a nuestro endeudador peor que cualquiera de los costales de papas que le ponen de pechito como rivales a su otro compa, el Canelo…