Si lo que publicamos en nuestras cuentas de redes sociales nos definiera, del nuevo responsable de la seguridad podríamos decir que es un fanático extremo del gobernador Enrique Alfaro y un tipo chistoso. Nada más.
En su cuenta de twitter, más de 90 por ciento de las publicaciones de Ricardo Sánchez Beruben son retuits de Enrique Alfaro. No del gobierno del estado ni institucionales, solo de la cuenta del mandatario.
Del resto, algunos son memes en los que se nota cierta preferencia por Los Simpson y otras caricaturas y uno que otro ataque a los adversarios políticos del gobernador. También algo de beisbol.
No hay publicaciones propias ni comparte contenidos que hablen de lo que su currículum dice de su trayectoria o de su preparación profesional. Ni siquiera alguna cita que por ahí haya leído. Pero tal vez para el nuevo coordinador de Seguridad esa no es la vía para expresar lo que piensa y solo utiliza su twitter para mostrar su lealtad a prueba de fuego hacia el gobernador.
El problema es que más allá de lo que el propio gobierno del estado ha filtrado a las columnas de trascendidos y a uno que otro columnista, no sabemos nada del hombre a quien el gobernador encomendó la seguridad del estado.
Sabemos, eso sí, que no tiene experiencia en seguridad.
Algunos rumores dicen que proviene de las empresas que llevan la estrategia de comunicación, la buena y la mala, del gobernador, y que es bueno en eso de las tecnologías de la información, para bien y para mal.
Porque además no sabemos si creer lo que dice su currículum, ya que mientras él asegura que de 2014 a 2015 fue “asesor en materia legislativa y de seguridad dentro de la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República”, en el Ayuntamiento de Zapopan hay pruebas de que en ese mismo tiempo cobraba poco más de 10 mil pesos mensuales como “inspector multimodal”.
Con esto, sí es muy complicado saber en manos de quién estamos.