TRAS CRECIMIENTO EN PASADAS ELECCIONES, GRUPOS INTERNOS RETOMAN INTERÉS Y PELEAN POSICIONES
La alianza que concretó el Partido Acción Nacional (PAN) con el partido Movimiento Ciudadano (MC) ayudó al blanquiazul a respirar de nuevo. Ahora los panistas, incluso algunos que habían emigrado a MC, decidieron reagruparse y buscarán recuperar la dirigencia. Es decir, como mejor señal de vida habrá una disputa interna.
En los últimos años el control absoluto lo tenía la dirigencia estatal del partido, cuyo liderazgo más visible es el diputado local Miguel Ángel Monraz Ibarra. Fueron ellos quienes decidieron que la presidencia del partido en el estado quedara en manos de Miguel Ángel Martínez Espinosa, a quien también hicieron candidato a gobernador, así como el resto de las candidaturas.
Para hacerse del control, los actuales integrantes del Comité Directivo Estatal contaron con diferentes circunstancias a su favor, como los problemas que enfrentaron algunos panistas que incurrieron en faltas graves como funcionarios, la cercanía de algunos más con Movimiento Ciudadano y derrotas estrepitosas en diferentes elecciones.
Y no es que los integrantes del comité estatal fueran mejores o hubieran quedado al margen de los tropiezos y los señalamientos. Simplemente supieron aprovechar mejor el momento o algunos de sus miembros tenían cargos públicos que les permitieron mantenerse en el poder.
Además, el partido era un botín poco atractivo. A lo más que podían aspirar era a conseguir, vía negociaciones políticas, algunos cargos en el servicio público o en organismos públicos descentralizados con presupuesto garantizado. Es decir, el premio para quienes lograron mantenerse fue convertirse en una pequeña agencia de colocación.
Después de la decisión que tomó la dirigencia nacional del PAN, de ir en una alianza a los comicios de 2018 con MC y el Partido de la Revolución Democrática, muchos panistas del país decidieron abandonar las filas del blanquiazul. En Jalisco fue diferente. El gobernador electo Enrique Alfaro decidió no ir en alianza local, lo cual fue aprovechado por el comité estatal para asegurar que ellos también se habían opuesto y lanzaron como candidato a Miguel Ángel Martínez.
Los resultados de manera directa fueron terribles, porque Martínez no fue ni de lejos un buen competidor.
PERO LA ALIANZA LOS SALVÓ Y GRACIAS A LA MISMA EL PAN TENDRÁ UNA PRESENCIA IMPORTANTE EN EL CONGRESO DEL ESTADO Y EN ALGUNOS AYUNTAMIENTOS.
Y como el PAN parece respirar, volvió a ser interesante.
La semana pasada, los medios de comunicación recibieron una invitación para un acto panista. La convocatoria fue firmada por un “Movimiento la militancia decide” y el pretexto fue el 79 aniversario de la fundación del PAN y la develación de una placa conmemorativa en el monumento a don Efarín González Luna.
Entre los “liderazgos” que conforman ese movimiento, aparecen el ex presidente del partido en el estado, Antonio Gloria Morales; el ex procurador de Justicia Tomás Coronado Olmos; el ex alcalde de Tonalá, Jorge Vizcarra; el ex director del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado, Rodolfo Ocampo Velázquez; el ex diputado local Alfredo Argüelles Basave, y la ex regidora Lucía Pérez Camarena.
Además, se menciona a Heber Martínez, Benjamín Arce y Felipe Varela.
Junto a esos nombres, en esa nueva corriente se puede apuntar al ex senador José María Martínez Martínez, así como a un grupo importante de panistas vinculados al ex gobernador Emilio González Márquez.
Todos ellos buscan crear una sola corriente para impulsar a un candidato de unidad a la presidencia del partido. Hasta ahora, el nombre que más se escucha para abanderar a esta suma de corrientes es Carlos Arias, quien forma parte del grupo político de José María Martínez.
Entre los acuerdos que se han alcanzado, estaría también la oportunidad para que el grupo de González Márquez se quede con la secretaría general.
Además, en las reuniones de esta nueva corriente panista, también aparecen algunos panistas que emigraron a Movimiento Ciudadano y que incluso tienen cargos públicos en los gobiernos municipales.
Según señalan estos panistas, la cercanía con MC y su gobernador electo podría ser el momento ideal para volver a ser tomados en cuenta y tener acceso a las decisiones y repartos en el estado.
Una prueba de esto se dio ya en el Congreso del Estado, donde el coordinador de los diputados naranjas, Salvador Caro Cabrera, rompió un acuerdo con el grupo Universidad de Guadalajara para la distribución de tres magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), que debían repartirse entre PRI, MC y PRD. Sin embargo, Caro Cabrera decidió entregar el último espacio al PAN, lo que motivó el pleito que tuvo con el diputado local con licencia, Enrique Aubry de Castro.
Los panistas consideran que los resultados del primero de julio no son despreciables, que podrán tener mayores posibilidades de ser tomados en cuenta y que, a pesar que formarán una bancada en la próxima legislatura local, su alianza de facto con MC les permitirá recuperarse y aprovechar el vacío que dejaría la derrota del PRI.