UNA VEZ LIMPIA LA CASA, VAMOS HACIA ABAJO, DICE EL DOCTOR EN DERECHO Y ASPIRANTE A FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN
José Óscar Valdez buscará ser Fiscal General de la Nación cuando se lance la convocatoria abierta en septiembre. Dice que él tiene claro lo que se tiene que hacer en este país para que prevalezca la ley y el estado de derecho: “Yo no iría tras el narcotráfico; iría tras Gobernadores y Secretarios de Estado. Una vez limpia la casa, vamos hacia abajo”.
“El secretario de Estado que esté involucrado, así como el Gobernador que esté involucrado, se tienen que ir; y que sea público, que no se manejen a las calladas y en negociación, que es a lo que están acostumbrados todos. La gente en el sistema tiene que entender que ya no pueden llegar con el Fiscal a negociar las cosas, o ‘que le hable mi compadre el senador o el Gobernador’. Hay que aplicar la Ley a rajatabla, a quien sea, como sea. Caiga quien caiga”, asienta en entrevista.
El Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, proponía hacer una terna para que llegara el hombre indicado a la Fiscalía, pero decidió que no iba a meter las manos, que era un tema del Senado de la República. De esta manera, durante la segunda semana del mes de septiembre, el Senado sacará la convocatoria para que puedan participar aquellos que se quiera inscribir. Ahí es donde entra en escena José Óscar Valdez, catedrático de la UNAM y con largo y ostentoso currículum.
¿Realmente somos un pueblo que nunca va a respetar la Ley? ¿Podemos salir del incumplimiento de las leyes y la corrupción que arrasa por todos lados?
Es posible. Acabamos de ver una elección histórica con un setenta por ciento de la votación que nadie en su vida había esperado. Es posible. Lo importante es que las fiscalías autónomas realmente hagan su trabajo. Si tú te das cuenta, y volteas un poco para América Latina, te vas encontrar el caso de Lula en Brasil; te vas a encontrar con Cristina Kirchner en Argentina; te vas a encontrar los temas de Costa Rica y de Guatemala, los temas de corrupción por el caso Odebrecht, y ahí hay sanciones. Aquí en México no ha pasado nada, no hay ninguna sanción. Eso es lo que debemos hacer. Volteas a España y te das cuenta que con una moción lograron que Mariano Rajoy se desistiera de la Presidencia y lo bajaron; el yerno del Rey está en prisión y cinco de los hombres más ricos de España están peleando sentencias de más de cincuenta años. Te preguntas: ¿por qué allá sí se puede y aquí no? Porque no ha habido voluntad política para un Fiscal Anticorrupción ni para un Fiscal General de la Nación. Pero, ahora que ya está implementado el sistema, creo que lo que sigue es pedirle a la gente que votó por Andrés Manuel que le pida que sea un verdadero cambio, que no se quede en una simulación, sino que realmente se dé dicho cambio. Que se castiguen los delitos y que sea público, que sea público todo, que no se maneje a las calladas de “no te voy a decir a quién y cómo denuncié”. Que todo sea público…
¿Esto derivaría en que se tendría que implementar el mismo sistema en cada estado a nivel nacional?
El caso de Jalisco es único porque la sociedad civil impulsó con todo a un Fiscal Ciudadano. Yo creo que eso sería un parteaguas para la Nación: la verdad necesitas un fiscal que no dependa del Gobernador, para que no suceda lo de Veracruz donde el Gobernador puso a su cuate. Muy poca gente conoce el caso de Jalisco, pero es muy importante, y es lo que tenemos que hacer a nivel nacional: que el fiscal no sea amigo del Gobernador.
¿Cómo siente que está la separación de poderes actualmente?
Diego Fernández de Ceballos dijo que si arreglamos el Poder Judicial arreglamos el país. Yo creo que aquí el problema es que el Poder Judicial está corrompido por el PRI y por el PAN desde la Corte: metieron muchos “a modo”, como Eduardo Medina Mora. El asunto es que lo que necesita (el Poder Judicial) es una reestructuración total. En México nunca ha habido una separación de poderes, hay una separación de funciones, pero todos dependen del Presidente de la República. Ése ha sido el error. El Poder Legislativo no es autónomo, el Senado lo maneja el Presidente, que es lo que le interesa. La Cámara de Diputados no le interesa tanto, lo que le interesa es el Senado porque ahí está el control para ver las reformas y porque por ahí pasan los cargos de Magistrados, ministros.
¿Y en el caso de la ley? ¿Cómo lograr esa autonomía?
Lo importante es que realmente se dé una separación con fiscalías independientes que puedan investigar a ministros y a Magistrados de la Suprema Corte, a diputados y senadores y a la gente del ejecutivo. Esto no estaba antes en el panorama, esto es nuevo para todos nosotros; estamos en pañales en la cuestión de la justicia. Yo creo que la separación de poderes es un mito, nunca se dio. Ahora sí vamos a pedir que sea una separación total de poderes para que haya realmente contrapesos. También creo que la Corte ya tocó fondo: en un estudio reciente te dicen que elementos de la Corte en el Consejo de la Judicatura Federal, el 50% son familiares y el 75% por ciento proceden de dos Estados de la República, Oaxaca y Chiapas. Si ves los datos duros, te das cuenta que en el Consejo de la Judicatura Federal ya también tocaron fondo. Lo que tenemos que hacer es la reestructura de las instituciones, las que funcionen que se queden, las que no que se vayan. Pero lo más importante es que la gente opine, que la gente no le dé un cheque en blanco al gobierno. Si no, va a ser una simulación; quitar uno para poner otro.
Pero, ¿en quién confiar entre tanto rufián?
La gente tiene que volver a confiar en la justicia. En México el asunto de la justicia es al mejor postor, eso todo mundo lo sabe y es lamentable. El asunto más grave es que la gente se queja más de la impartición de justicia que de la seguridad, y eso te lleva a un grado de impunidad total. Y la impunidad significa corrupción porque no se castigan las conductas. Tenemos que cambiar las cosas. No dejar a tu diputado, senador, alcalde, sino presionar para que vea que estás ahí, para que los cambios que tú le digas se hagan. Para que la sociedad se transforme requieres a la sociedad civil, y la sociedad civil no es el grupo de la Coparmex, la sociedad civil son todos.
Además de buenas intenciones, ¿qué se necesita para lograr una verdadera autonomía?
Voluntad política primero, que creo que ya se dio al abrirse una convocatoria general para que todos puedan participar. Después conocimiento, que la gente tenga el conocimiento para lo que tiene que hacer ahí. Y después que no vayas a migrar, que no sea la Fiscalía un trampolín político, que no digan: “ahorita soy fiscal, luego Gobernador”. No, ahí te quedas. La mayoría de las personas que han estado en cargos policiacos no se quedan, ve el caso de Marcelo Ebrard, de ser jefe de la policía le brincó a ser Gobernador. Y en los estados ha sido lo mismo. No tienes que migrar, tienes que quedarte ahí para que puedas transformar las cosas.
¿El contexto político nacional se presta o no se presta para lo que viene?
Creo que están dadas las condiciones por una mayoría de la gente de Morena, pero creo que lo más importante es que la gente debe exigir. No van a hacer nada si no exigimos. Quiero que la gente entienda por qué necesitamos un Fiscal Anticorrupción y un Fiscal General de la Nación que no dependan de los partidos políticos, porque si no vas a terminar negociando con el PAN, con el PRI y no vas a hacer nada. Que se castiguen las conductas. La gente ya dio las condiciones, ya votó. Ahora sigue capitalizar. El mensaje fue que tu voto vale, que puedes quitar y poner, y antes decías que era imposible, ahora ya viste que sí lo pueden hacer.
¿Qué nos garantiza que usted es la persona adecuada?
Yo creo que, en preparación académica, soy el que tiene más grados de los posibles candidatos: tengo siete maestrías. He combatido al Gobierno desde mi trinchera con los amparos: amparo contra el precio de la gasolina, contra la fotomulta, la canasta básica, los notarios. Debes de saber pelear con el gobierno para entender el sistema. La mayoría de los que pueden aspirar son académicos, dan clases. Y no es lo mismo que nos des una cátedra a que te vayas a los juzgados y veas la corrupción desde donde empieza. Ahí te das cuenta de todo el escalafón, conozco todo el procedimiento penal adversarial porque lo he litigado, y así sabes dónde está la falla, sabes dónde te van a pedir dinero, sabes dónde se va a trabar tu asunto, sabes dónde va a salir. Ésa es la ventaja.
Aparte de los Gobernadores, ¿a quién habría que ponerle atención?
Regionalmente, a los delegados de la PGR que ahora van a ser fiscales delegados: tienen que ser de los estados. No puede ser que mandes a un cuate de Colima, de Nayarit, de Oaxaca, a un estado como Jalisco cuando no conoces ni su orografía. Que los mismos colegios de abogados de aquí sean los que determinen quién va a ser su fiscal, y localmente conozcas que es una gente proba, honesta, derecha, la que está manejando las cosas. Eso te va a garantizar que el sistema sea eficaz.
Otra de las cosas más importantes serían las declaraciones de todo el sistema anticorrupción y que hagas todo público para que la gente sepa qué tienes cuando estás llegando. Esto nunca lo han hecho, en la PGR nadie sabe de qué es ni cómo está. Te voy a dar un dato duro: hay una dirección en la PGR que se maneja desde la Presidencia de la República: la incautación de bienes. Pero, ¿alguien sabe qué han hecho con todos los bienes que le han incautado al narcotráfico? ¿Alguien sabe qué pasó con la lana que Calderón le quitó al chino de “copelas o cuello”? ¿Dónde está la lana? ¿Quién se la quedó? ¿Por qué no están usándola para programas sociales? Cuando decomisas algo, ¿quién se queda con ello? No hay transparencia.
Dígame, ¿qué hay que hacer para bajarle a la inseguridad?
Lo importante no es tanto que tengas una policía nacional única, sino que las cabezas que tengas en las policías sean gente completamente probada, que no tengan ni siquiera una mención de corrupción. Hace falta una limpia total de las policías. En provincia lo que pasa es que a los policías normalmente el narcotráfico se los pone al presidente municipal, a cambio del dinero de la campaña o a cambio de intimidación, porque es el que le va a manejar la seguridad a ellos para que hagan sus cosas. Si tú pones en la policía a una persona honesta del pueblo, que todos la conozcan, la gente la va a apoyar; pero si pones a un comandante que te mandó poner el narco, que es de otro país o de otro estado y lo vas a meter, ahí es corrupción.
La gente tiene que entender que eso ya no puede pasar, y los gobernantes tienen que entender que en lugar de ayudarnos nos está perjudicando, por los altos índices que tenemos de inseguridad. Para bajarlos tenemos todos que movernos en la misma dirección. Las autodefensas que se dieron, no se dieron por sí solas, se dieron por un proceso de que la autoridad no defendía a la sociedad.
Tenemos que hacer que se migre la confianza de la Fiscalía a la Procuraduría y que la gente confíe en un fiscal, que sepa que no lo vas a tranzar, que no lo vas a extorsionar o que lo vas a espantar, que vea la Ley por sesgo, sino que sepa que lo vas a defender. Si hoy te roban un carro y vas a hacer tu denuncia, quiero ver cuánto te vas a tardar hasta que llegan las palabras mágicas: “¿cómo le hacemos?”. Y entonces entras a la mordida para que te puedan ayudar. Que la señora a la que golpeó el esposo sea atendida realmente, que no esté ahí tres horas y después le digan “no se puede comprobar nada”. Por eso la gente deja de confiar.