LO QUE NECESITAMOS ES UNA NUEVA GENERACIÓN DE ACTIVISTAS, VOCES NUEVAS, SOSTIENE ZUL DE LA CUEVA
Con el arribo de Enrique Alfaro Ramírez al gobierno municipal de Guadalajara y de Movimiento Ciudadano (MC) en los Ayuntamientos de Zapopan, Tlajomulco y Tlaquepaque, también se incorporaron —por invitación de sus alcaldes electos— diversos personajes que habían destacado como activistas sociales en colectivos o asociaciones civiles en los años previos a la elección del 2015.
Sin embargo, a un año de que concluyan las administraciones emanadas por ese partido, no todos los personajes que se formaron una identidad como activistas sociales han salido ilesos de su aventura en la función pública. Algunos pusieron en riesgo la credibilidad y simpatía que ganaron en temas de interés social como la participación ciudadana, el urbanismo, la movilidad, los derechos humanos, la transparencia y rendición de cuentas.
Consultado al respecto, uno de los activistas —que prefiere no mencionar su nombre— reconoce que la expectativa que generaron al ingresar a los gobiernos municipales fue muy alta, y subraya que si no han cumplido con ella, no es por falta de capacidad intelectual, sino que obedece a un conjunto de inercias burocráticas y resistencias de índole político que van acotando la planeación y el trabajo a largo plazo.
“Los municipios tienen un gran rezago en diversas materias y eso genera que, quienes le entran, tengan que dedicarle mucho tiempo para dar resultados; entre gobernar la oficina, apagar fuegos, dar resultados y responder por lo que no hicieron otras administraciones, se te van los 3 años”, dice.
Resalta que a eso se suma que los activistas que ingresaron a las administraciones municipales llegaron a ocupar cargos técnicos y no políticos, donde el factor de la voluntad es imperante.
“Esos roles son distintos porque la gente más inepta es la que normalmente tiene el cargo de regidor; un inepto, ambicioso y con poder, imagínate. Y te enfrentas a ellos, por más estudios, por más evidencias, si no hay voluntad o si no le caes bien, te chingaste”, comenta.
En su opinión, es positivo que perfiles provenientes de una expresión ciudadana entren al complejo sistema de gobierno, porque de esa manera se puede ir profesionalizando la política.
La carrera de Jorge Zul de la Cueva como responsable de Análisis Estratégico y Comunicación en el Ayuntamiento de Zapopan fue demasiado efímera, no cumplió ni siquiera tres meses al frente de esa dependencia cuando el alcalde Pablo Lemus ordenó su destitución por el escándalo mediático que ocasionó su confrontación con un aficionado en el estadio de Los Charros, al captársele en presunto estado de ebriedad.
Previo a su desempeño como servidor público, Zul de la Cueva fue promotor del voto nulo desde colectivos como el Congreso Ciudadano, además de que ejerció el periodismo como columnista, entre otras actividades. De regreso en los medios de comunicación y lejos ya de aquel episodio que recuerda con su fiel humor negro, reconoce que MC, pero también el PAN y PRD, han sido hábiles en absorber las voces críticas que en su momento fueron llamadas “opositodos” por el ex gobernador Emilio González Márquez.
“Igual la máquina de tragar activistas ha existido siempre. Ya Porfirio Díaz tenía un lema para los disidentes, ‘ese gallo quiere maíz’, y una estrategia para meterlos en la nómina y callarlos. Lo que necesitamos es una nueva generación de activistas, voces nuevas, estoy confiado de que eso inevitablemente va a suceder”, comenta.
Menciona que se perdieron algunas voces, pero asegura que otras como las de Jesús ‘Negro’ Soto, director de Movilidad en Zapopan aún mantienen sus convicciones.
El derecho a vivir la ciudad, motivó el surgimiento de distintas agrupaciones como Ciudad Para Todos, Gdl en Bici, Metro Gdl, Guadalajara 2020, Complot y, más recientemente, Triciclo, Mejor Santa Tere, Toma la Ciudad y Las Otras Caras de la Ciudad, entre otras que han aparecido en el último año.
Varios de los activistas que hoy se encuentran en la función pública se dieron a conocer en el 2007, cuando el ex gobernador panista inició la construcción del puente atirantado Matute Remus en la Avenida Lázaro Cárdenas e intentó implementar un viaducto sobre López Mateos para agilizar el tráfico vehicular. Algunos de ellos incluso acamparon en la zona para evitar que se talaran los árboles.
Zul de la Cueva considera que estas agrupaciones lograron más impacto en la agenda pública porque fueron más mediáticas, pero existen otras asociaciones que abanderan demandas cruciales para la sociedad, que no han sido escuchadas.
“¿Dónde dejas a los que buscan a los desaparecidos? Por ejemplo, a ellos tendríamos que acompañarlos todos para hacer su voz más fuerte. Creo que ésa es la deuda más grande del país ahora. Las instituciones les han fallado a las familias de desaparecidos, la procuración de justicia es una porquería”.
Otro de los activistas consultados es el ex secretario general del Colegio de Bachilleres del Estado de Jalisco (COBAEJ) y miembro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Aldo Santana, quien ha encabezado protestas para exigir mejores condiciones laborales en el sector educativo. Él considera que el activismo que practican los jóvenes es creativo, pero carece de un trasfondo ideológico.
“(Nosotros) no estamos pensando en ningún beneficio político personal, no es nuestro objetivo terminar de asesores del gobierno”, dice.
Más aún, menciona que sus acciones pueden confundir a la gente, pues no está claro el propósito que persiguen, y una vez que alcanzan cargos de gobierno se olvidan de las demandas que los llevaron a esos sitios.
¿Qué ha sido de esos activistas que pasaron a las filas de la burocracia? Le presentamos un breve recorrido por la trayectoria de algunos de ellos.
MARIO SILVA
Surgido de la academia, fungió como director del Colectivo Ecologista Jalisco A.C. (CEJ) con una presencia fuerte y constante en la agenda pública. Sus agudos análisis lo colocaron como un referente. Se incorporó al gabinete de Enrique Alfaro Ramírez como director de Movilidad y Transporte y actualmente es el titular del Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN). La implementación del programa de banquetas libres en Guadalajara –que consiste en liberarlas de vehículos y comercios ambulantes- le valió una serie de críticas por considerar que fue demasiado ambicioso y selectivo. El proyecto sigue en funciones, pero es deficiente en el cobro de multas, pues de las 86 infracciones que se levantan a diario, sólo 2 contribuyentes pagan.
A Silva Rodríguez se le recuerda su participación activa en la agenda de movilidad metropolitana que impulsó el ex gobernador Emilio González Márquez a través del corredor del Macrobús sobre la Calzada Independencia.
Eso le generó severos cuestionamientos, pero en su defensa, los integrantes del CEJ argumentaron que si no colaboraban, el ex mandatario habría optado por una tecnología más contaminante. Las críticas ocurrieron precisamente porque durante los trabajos de la obra, el gobierno de Jalisco derribó cientos de árboles que estaban plantados en el camellón de dicha arteria.
PATRICIA MARTÍNEZ BARBA
Es egresada por la Univa en la licenciatura de Ciencias de la Comunicación. Fue reportera del extinto diario Público, donde cubrió la agenda de movilidad y urbanismo. Trabajó en el área de comunicación social del Iteso y fue fundadora del colectivo GDL en Bici. Antes de integrarse al gabinete de Enrique Alfaro, fungió como asesora externa en distintos proyectos para Movimiento Ciudadano. Actualmente es la coordinadora de Gestión Integral de la Ciudad del Ayuntamiento de Guadalajara. Le han llovido críticas por la actualización de los planes parciales de desarrollo urbano, que de acuerdo a algunas organizaciones civiles, violentan los usos de suelo y dan luz verde a la instalación de giros negros, y comercios en zonas que antes eran habitacionales.
Al igual que el alcalde, acusó a los diarios Milenio y Mural de mentir sobre la venta de un terreno municipal de 81 mil metros cuadrados que se encuentra en una esquina del Parque El Deán para la construcción de vivienda, lo que finalmente ocurrió y en condiciones desventajosas para el municipio, ya que el predio estaba valuado en 230 millones de pesos, y Caabsa lo compró en 32 millones, comprometiéndose a invertir 98 millones más en una planta de transferencia.
LIZETH GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Destacó como fuerte promotora contra la tauromaquia y en pro de la abolición del uso de animales en espectáculos circenses. El alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, la invitó para ocupar la Dirección de Protección Animal. Los priistas exigieron que fuera destituida por presunta usurpación de funciones, ya que no tiene título profesional y el reglamento de Sanidad Animal y trato Digno establece que quien ocupe el nombramiento para dicha dependencia debe de contar con cédula profesional. La activista ha declarado que no es una persona improvisada, ni recomendada.
JESÚS “EL NEGRO” SOTO
Es hijo de la ex ombudsman jalisciense, Guadalupe Morfín Otero. Egresó de la carrera de Filosofía y Ciencias Sociales del Iteso. Fue integrante del colectivo Ciudad para Todos y de otras agrupaciones civiles. Según lo comentó en una entrevista para la Gaceta de la Universidad de Guadalajara, su primera lucha social ocurrió cuando tenía 20 años de edad en una labor social en la colonia San Ambrosio, cerca del Cerro del Cuatro.
“En realidad, la labor de activista es muy pesada y gracias a esta labor ha crecido mi concepto de justicia y democracia”, comentó a esa publicación.
Como servidor público, ha tenido una presencia bastante discreta, que contrasta con sus días de activismo.