El diputado independiente Pedro Kumamoto se sumó a la propuesta que el legislador federal independiente Manuel Clouthier presentó para pedir la reducción de los recursos públicos que se asignan a los partidos políticos. Parece un sueño inalcanzable, porque, a final de cuentas, son los mismos partidos los que tomarán la decisión.
Actualmente hay dos elementos de referencia para calcular el financiamiento público: el salario mínimo y el padrón electoral. Nada tontos los partidos cuando decidieron usar esos parámetros. El salario mínimo aumenta cada año, aunque de manera leve, pero al multiplicarse por el padrón sí es significativo.
En cuanto al listado de electores, es fácil prever que no tiene reducciones, pues la identificación oficial más común para los mexicanos es la credencial del Instituto Nacional Electoral (INE). Es decir, no se inscriben en el padrón porque quieran votar, sino porque necesitan la credencial.
CON LA REFORMA CONSTITUCIONAL QUE RECIENTEMENTE SE APROBÓ, PARA DESINDEXAR EL SALARIO MÍNIMO COMO UNIDAD DE MEDIDA, TENDRÁ QUE CAMBIARSE LA FÓRMULA PARA EL FINANCIAMIENTO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Ahí es donde Clouthier aprovechará para pedir que se haga el cambio también en lo que tiene que ver con el financiamiento a los partidos políticos. El tema es si los legisladores aceptarán establecer nuevas referencias que les impliquen menos recursos.
El planteamiento de los diputados independientes es para que los recursos se basen en los votos que obtenga cada partido, para que estén obligados a motivar a los ciudadanos a acudir a las urnas. Así, también el abstencionismo y el voto nulo tendrían consecuencias en las finanzas de los partidos.
Pero la realidad es que la decisión la tienen los partidos. En la Legislatura local pasada, todas las bancadas aseguraron que propondrían la reducción y algunos, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hasta presentaron iniciativas. Pero al momento de la discusión, ni siquiera se acordaron del tema.