Para caminar hacia adelante en materia de transparencia, fue necesario que el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz diera marcha atrás. Lo curioso fue que para hacer los cambios a la nueva ley de la materia, casi tuvo que trabajarse sin que sus expertos en transparencia se dieran cuenta.
En el proceso que tuvo que llevarse a cabo para remendar la ley, lo primero que tuvo que suceder fue informar al gobernador que sus asesores le habían metido un gol. Incluso, tuvieron que mostrarle que algunos de los reclamos que hacían las organizaciones de transparencia, ya con la actual ley se cumplían.
Después de eso, las indicaciones de Sandoval Díaz hacia la Secretaría de Gobierno fueron para diseñar el «veto» que envió al Congreso del Estado, para dar marcha atrás en los cambios que él mismo propuso, aconsejado por el responsable de la transparencia en el Ejecutivo de la entidad.
LAS ENTIDADES DEBÍAN HOMOLOGAR SU LEGISLACIÓN, PARA LO CUAL EN JALISCO SE INVITÓ A LAS ORGANIZACIONES Y ESPECIALISTAS QUE HACE VARIOS AÑOS TRABAJAN EN ESTA MATERIA
Así, se diseñó una propuesta que permitía recuperar los cambios federales y conservar las conquistas en las que el estado tiene una mayor ventaja, como los plazos en los procedimientos. Sin embargo, unos días antes que se sometiera a votación en el Poder Legislativo, ante el cómplice silencio de la mayoría de diputados, se hicieron cambios a petición del gobierno del estado.
La oposición en el Congreso del Estado no dio la pelea. Pero sí lo hicieron quienes dedicaron muchos días a trabajar en la reforma, que alertaron sobre los pasos atrás que significaba la intervención del gobernador, para tachonear la ley. Y finalmente consiguieron que el mandatario enviara observaciones, lo que coloquialmente se conoce como «veto», para censurarse a sí mismo.